El Barrio más ilustre de Madrid

No es de extrañar que algunos de los mejores museos de Madrid se hayan establecido en este enclave histórico de la creatividad. El Museo Reina Sofía (52 Calle de Santa Isabel; +34-917-741-000) alberga el Guernica, el magistral mural de Picasso que representa el caos de la guerra, así como una importante colección de pinturas de Picasso y de varios de sus contemporáneos, como Salvador Dalí y Joan Miró. A pocos pasos se encuentra el CaixaForum Madrid (Paseo del Prado, 36; +34-913-307-330), un centro de arte que acoge exposiciones de arte, fotografía y cine de España y de otros países. Diseñado por el galardonado estudio de arquitectura Herzog & de Meuron, la espectacular fachada del centro presenta parte de la central eléctrica de 1899, con paredes de ladrillo, que ocupaba el lugar y que ahora parece flotar entre dos estructuras futuristas. Un jardín vertical de 25 metros de altura con miles de plantas completa su extraordinario aspecto. Por el contrario, el Ateneo de Madrid (Calle Prado, 21; +34-914-297-901) tiene un aspecto muy parecido al de 1884, cuando el venerable club de artistas e intelectuales se trasladó a su actual sede. Los visitantes pueden realizar una visita guiada por el emblemático edificio, que incluye su biblioteca, salones y una galería de retratos que muestran la historia cultural y política de España en los últimos dos siglos.

En esta zona, céntrica pero relativamente libre de turistas, hay un sinfín de tiendas, desde boutiques de moda hasta librerías de toda la vida, tiendas de comida gourmet y anticuarios. Un puñado de ellas se encuentran en una liga propia, fabricantes de productos artesanales que serían difíciles de encontrar en cualquier otro lugar del mundo. En Guitarras Álvarez (Calle San Pedro, 7; +34-914-292-033), una tienda de guitarras fundada en 1945 en la que Juan Miguel Álvarez del Olmo, luthier de segunda generación, fabrica sus instrumentos únicamente a mano con madera curada durante décadas. Está considerado un maestro, y sus guitarras de alta gama alcanzan miles de dólares. Don Flamenco (Calle Santa Isabel, 7; +34-914-299-839) se especializa en zapatos de baile flamenco y de salón a medida, cuyo meticuloso montaje puede llevar hasta cinco semanas. Por suerte, en su tienda de Madrid también tienen opciones de prêt-à-porter para hombre y mujer, así como accesorios como castañuelas. Si quiere llevarse un recuerdo realmente especial, páse por el atelier de Lola Fonseca (Calle de Cervantes, 20; +34-913-691-543), un destino de pañuelos y chales pintados a mano. Lola y su hijo Claudio, que se formó con el artista japonés Mitsuo Miura, rinden tributo a la naturaleza en sus tejidos, maravillosamente detallados, con peces, flores, constelaciones e incluso partículas subatómicas.

Mercado de San Miguel (Plaza de San Miguel; +34-915-424-936) es uno de los mercados más populares de la ciudad. Este paraíso gastronómico, construido originalmente en 1916, se encuentra en un hermoso edificio de hierro forjado que fue renovado en 2009. Busque las hileras de patas de jamón que cuelgan del techo y pida una muestra de jamón ibérico de bellota, el jamón ibérico de bellota, posiblemente el mayor manjar de España. Después, pasee entre los puestos que ofrecen tapas, paellas, vinos locales y una colorida gama de productos. Si prefiere evitar las multitudes, diríjase al menos conocido pero muy agradable Mercado de Antón Martín (5 Calle San Isabel; +34-913-690-620), un mercado sin pretensiones donde los vecinos compran sus provisiones diarias. En los últimos años, una serie de pequeños restaurantes comenzaron a funcionar allí también. Mercado de Las Ranas es la respuesta madrileña a Portobello Road en Londres o Saint-Ouen en París. Se celebra el primer sábado de cada mes, cuando los pequeños comercios del barrio sacan sus productos a la calle, los bares ofrecen degustaciones gratuitas de vermut y las instituciones culturales montan exposiciones pop-up.

El Barrio de Las Letras es un lugar ideal para el "tapeo", especialmente en torno a la Plaza de Santa Ana, una animada plaza rodeada de bares, cafés y restaurantes de la vieja escuela que ofrecen asientos al aire libre. Pero no se pieda la nueva escena gastronómica del barrio, cada vez más centrada en sabores lejanos. En Triciclo (Calle Santa María, 28; +34-910-244-798), un elegante local revestido de madera envejecida multicolor, la carta de la granja a la mesa incluye guiños a Latinoamérica y Asia en platos como las arepas rellenas de carne de vaca desmenuzada o el salmón asado con salsa de miso dulce y lima kaffir. La cocina de fusión japonesa es la carta de presentación de Umiko (Calle de los Madrazo, 18; +34-914-938-706), un espacio minimalista y desenfadado en el que se sirven bocados inventivos como el nigiri de paella y la panna cotta asiática, elaborada con galanga aromática y servida sobre mermelada de yuzu. El acogedor Chuka Ramen Bar (Calle Echegaray, 9; +34-910-835-631), uno de los primeros restaurantes que sirve ramen en Madrid, fusiona recetas chinas y japonesas. Dirigido por un chef norteamericano que trabajó en Momofuku en Nueva York y dos socios locales, el restaurante ofrece bollos bao rellenos de pastrami, cangrejo real u oreja de cerdo, y varias iteraciones de ramen que cambian constantemente a lo largo del año.