Un hito junto al mar

Descubra arquitectura de vanguardia junto a la costa más remota de Mallorca.
Un mundo aparte

Podría ser sorprendente encontrar una joya de la arquitectura modernista en una isla en la región oeste del mar Mediterráneo. Pero Mallorca es un lugar maravilloso. El hotel Gran Meliá de Mar fue diseñado por el maestro arquitecto catalán, José Antonio Coderch, y se encuentra junto a una tranquila bahía, donde la concurrida capital parece estar a mundos de distancia, si bien en taxi o automóvil son tan solo 15 minutos.

Conocido por su diseño de mansiones campestres y residencias, Coderch imaginó las casas como “refugios de intimidad y privacidad”, cuenta Gabriel Escarrer, CEO de Meliá Hotels International. “Diseñó edificios a escala humana, aprovechando líneas precisas y geométricas, verticales y horizontales, y maximizando la luz”.

Los corredores del hotel ostentan obras de arte de artistas mallorquines y de toda Europa.
La zona de opciones para comer al aire libre del restaurante Perseo en Gran Meliá de Mar.
Gabriel Escarrer Jaume, director general, Meliá Hotels International.
Hay una sensación incesante de descubrimiento en Gran Meliá de Mar, donde una bahía de aguas tranquilas y cristalinas lleva al mar Mediterráneo.
Junto al mar

Las ideas de Cordech se ven reflejadas de forma única en el Gran Meliá de Mar, cuya fachada, orientada hacia el mar, se despliega en ángulos rectos y marcados, permitiendo que cada habitación sea privada, con las vistas dirigidas hacia los árboles, el cielo y el mar.

El diseño destacado del Gran Meliá de Mar es un marco que exhibe, además, sus restaurantes y bares: Perseo, situado entre pinos con vistas del mar y una terraza, sirve especialidades mediterráneas con el énfasis puesto en pescados y mariscos; Arrels ofrece gastronomía y menús deliciosos de la cocina mallorquín preparados por la chef Marga Coll que pueden incluir platillos con zucchini (calabacines) rellenos con espinaca y langostinos, o merluza con mayonesa de aceite de oliva. El área al aire libre del Amaro Lobby Bar & Lounge proporciona un entorno elegante durante todo el día, un lugar donde los huéspedes disfrutan de cócteles y tapas hasta la noche.

En todo el resort hay una sensación tangible de descubrimiento. Una tranquila cala con aguas cristalinas se abre al Mediterráneo. Los momentos favoritos de Escarrer se distribuyen durante todo el día. “Por las mañanas, el hotel adquiere un color dorado acaramelado, reflejo de la luz del sol en la bahía. Hay tanta calma que no se percibe la brisa del océano. Durante el atardecer, a medida que se encienden las luces en el hotel y el olor del mar se percibe en el aire, la música que surge del salón se combina con el murmullo de las conversaciones de los huéspedes, que cenan en las terrazas.