Rito de iniciación

Haga un bridis por una época pasada en el bar Old Imperial
El original

Solo hay un bar en Tokio en el que disfrutar del cóctel "Monte Fuji". Entre primero en el Imperial Hotel, en Tokio y luego diríjase al Old Imperial Bar para saborear la bebida exclusiva del hotel, igual que se sirvió por primera vez cuando se creó en el 1924. En un principio se había ideado cómo un cóctel de bienvenida para los pasajeros de un crucero que paraba en el hotel como parte de su visita alrededor del munto. Se mezcla Dry Gin con zumo de limón y encima añaden claras de huevo espumosas y nata fresca para representar las emblemáticas capas de nieve del monte Fuji. La creación se corona con una cereza al marrasquino que pretende simbolizar el sol naciente.

El Monte Fuji, que el hotel promociona como su primer cóctel original, es también un tributo al arquitecto y visionario estadounidense Frank Lloyd Wright, que designó la segunda versión del Imperial Hotel en Tokio el 1923.

Los vestigios de la estructura diseñada por Frank Lloyd Wright siguen siendo un imán en el Old Imperial Bar.
Se han conservado la fachada de la entrada y el vestíbudo del hotel diseñado por Wright en el año 1923 en el museo Meiji-mura, ya que la estructura se arrasó en 1967.
El cóctel Monte Fuji, elaborado a partir de Dry gin, zumo de piña y limón, y lo sirvieron por primera vez en el hotel el 1924.
Las lámparas de pie originales de estilo art déco crean un ambiente de penumbra que recuerda a una época pasada.
Pasear por el pasado

El diseño de Wright sustituyó la estructura de madera previa del hotel, que fecha del 1890. Su fascinación con Japón impresionó mucho su estética arquitectónica. ¿Un ejemplo de ello? El techo inclinado original termina en punta en la parte superior para imitar el aspecto del pico más alto del país.

Aunque el extraordinario rediseño fue demolido en 1967 para que un edifico más moderno lo sustituyese, las propiedades artísticas permanecen en el interior del Old Imperial Bar, que se inauguró en 1970, y donde están expuestos los vestigios de dicha visión arquitectónica. Las figuras geométricas de terracota y las ígneas piedras de Oya (que están hechas de lava y cenizas) se juntan en un mural en la pared trasera. Y, las características lámparas de pie de estilo art déco crean un ambiente de penumbra que recuerda a una época pasada.

Un estancia en el Imperial Hotel, Tokyo en suelo arquitectónico sagrado, es el escenario perfecto para un viaje de un día: un paseo de cuatro horas y media con chófer en una de las limusinas del hotel para ir al museo Meiji-mura, cerca de Nagoya, donde los huéspedes pueden caminar literalmente por el pasado del hotel. En el museo al aire libre, se conservan las partes de las joyas del hotel diseñado por Wright: se han mantenido y reconstruido la entrada y el vestíbulo, junto con la piscina reflectante, dejando bien claro las razones por las que el Imperial Hotel se hizo famoso en todo el mundo como la Joya de Oriente.

Para más información sobre el Imperial Hotel, Tokyo el Old Imperial Bar, o para reservar una visita al museo Meiji-mura, póngase en contacto con el conserje para hacer una reserva.