Golosinas de Tokio

Un escultor de azúcar local mantiene a las multitud entretenida, mientras mantiene vivo un antiguo arte
Shinri Tezuka hace piezas de arte a partir de azúcar fundido.
Shinri Tezuka
Escultor de azúcar; Propietario, Asakusa Amezaiku Ameshin

Shinri Tezuka era como cualquier otro veinteañero; alguien que intentaba descubrir qué quería hacer con su vida, buscaba trabajo y también una profesión. Por casualidades de la vida, encontró sus respuestas en un festival callejero en Tokio. Allí, se quedó maravillado con los artesanos que atraían multitudes de gente para verles crear piezas de arte comestible.

Conocía el arte tradicional japonés llamado amezaiku, que consiste en moldear una mezcla de caramelo fundido rápida y habilidosamente y crear formas como las de un pájaro, un pez y otros animales. Una vez tenemos la pieza, se coloca en la punta de un palo como si fuese una piruleta. Sin duda, un dulce demasiado bonito para comer.

Shinri Tezuka es un artesano de amezaiku autodidacta y ahora enseña este arte a otros.
Un espectáculo emocionante
Arte popular en vías de extinción

Tezuka estaba bien atento mientras el artesano trabajaba rápido, asegurándose que el mizuame, un sirope a base de agua, azúcar y almidón de patata o de arroz, no se endurezca antes de terminar sus obras.

Tezuka decidió casi al instante que quería ser un artesano del amezaiku. La prueba y error tenían que formar parte de su trayectoria hasta convertirse en todo un maestro artesano. Lo que surgió como una práctica de los vendedores callejeros en Tokugawa en el periodo de 1603, se había quedado prácticamente obsoleto en la sociedad moderna. Obstaculizado por las regulaciones sanitarias implementadas en la década de los 70, y con una falta de interés por parte del consumidor, el número de artesanos que quedaban se había reducido tanto que no había ningún centro en el que enseñar la técnica. Y Tezuka decidió aprenderlo él solo.

Los peces de colores son una de las figuras más conocidas en la Asakusa Amezaiku Ameshin, la tienda de Tezuka.
Subir el fuego
Elaborar los dulces

A sus 28 años, Tezuka es uno de los practicantes de amezaiku más joven en Tokio. En su tienda, Asakusa Amezaiku Ameshin, dentro de Tokyo Solamachi en la base de la torre Tokyo Skytree, sus actuaciones en las que esculpe azúcar atraen a curiosos espectadores.

Para empezar, Tezuka calienta una olla eléctrica de mizuame hecho desde el principio. Y ahí sube la presión. "Primero, ha de coger la bola de azúcar caliente y colocarla en la punta del palo. La moldea para hacer una forma con sus manos y unas tijeras especiales en forma de U". Tezuka trabaja rápido, ya que solo tiene entre tres a cinco minutos desde que el azúcar se saca de la olla hasta que se endurece. "Necesita alguna noción de escultura porque está bajo muchísima presión" añade. Para terminar cada creación, se aplican toques creativos con brochas bañadas en colores de alimentos orgánicos.

Las ranas son una de las figuras que mejor muestran el duro trabajo de la textura brillante del azúcar, asegura Tezuka.
Mirar hacia el futuro
en las formas de los objetos

Los peces de colores son las figuras vendidas en esta tienda más conocidas. "Los peces de colores y las ranas van bien con la textura satinada del caramelo". Creo que esas figuras atraen a los clientes porque están más cerca de las creaciones del periodo original de Tokugawa. "Estas son las formas que resuenan en sus corazones", afirma Tezuka.

Aunque es consciente de que su devoción a esculpir azúcar sigue manteniendo la tradición viva, Tezuka desea no solo mantener el amezaiku, sino que progresar a partir de ahí. "Mi otro objetivo en la vida es lanzar un proyecto en el que pueda asistir a la gente conectando unos a otros, de un modo que ayude a mantener estas maravillosas manualidades y técnicas japonesas que, de momento, se están extinguiendo".

Sugerencias locales

El tour perfecto de Tokio con el artesano del Amezaiku Artisan, Shrini Tezuka

Tezuka ha conseguido revivir un arte tradicional antiguo a las puertas de extinguirse, así que casi no sorprende que el artista, en medio de una ciudad tan moderna, dedique su tiempo a buscar la tradición japonesa. Desde los mejores lugares en los que ver un concurso de sumo, hasta sus teatros de kabuki favoritos, o unos tranquilos baños termales, Tezuka comparte aquí sus salidas favoritas a su ciudad natal.

El espíritu del Sumo

Dónde ver un combate

"El sumo es mucho más que luchar", afirma Tezuka. Cuando tiene un día libre, lo hallarán en el lugar para los combates de sumo en Tokio: Ryogoku Kokugikan Sumo Hall (1-3-28 Yokoami, Sumida; +81-3-3623-5111). Aquellos visitantes que tengan especial interés en observar lo mejor de la lucha japonesa pueden considerar planificar su viaje a Tokio para que coincida con uno de los tres Grandes torneos de sumo que se celebran en enero, mayo y septiembre. Para vivir una experiencia auténtica, reserve un asiento masu-seki, en el que el público se sienta en el suelo con las piernas cruzadas. Para conseguir uno de estos asientos, planifíquelo con antelación, ya que se venden muy rápido. Los asientos en la parte superior también ofrecen buenas vistas, con sillas individuales.
Si está en la ciudad en la temporada baja de sumo, hay visitas a los establos de entrenamiento de sumo en el barrio de Ryogoku, con unos 12 a 15 establos en diferentes bloques. Visite las instalaciones para el entrenamiento de los luchadores, y los huéspedes incluso pueden ver una sesión de entrenamiento por la mañana. Kasugano Beya (1-7-11 Ryogoku, Sumida; sin teléfono) es el establo más antiguo, que data del siglo XVIII, y ha sido la sede de varios campeones de alto nivel a lo largo de estos años. Pida a su conserje que programe una visita a un establo de sumo a través de un guía; la etiqueta apropiada es de suma importancia durante las visitas.

Arte teatral

Actuaciones kabuki en su esplendor

El kabuki ha estado presente desde al menos cuatro siglos, y el Kabukiza Theatre (4-12-15 Ginza, Chuo; +81-3-3545-6800), es uno de los mejores mejores lugares de la ciudad para ver una animada producción. Desde su inauguración en 1889 se destruyó y reconstruyó hasta cinco veces, ha pasado por fuego, un terremoto y bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial. En 2010, se demolió. Reconstruido en 2013, ahora cuenta también con un rascacielos de 29 pisos, con un jardín al aire libre y una galería dedicada a la historia del arte en el quinto piso. En la zona de vestuario, los visitantes pueden disfrazarse con un atuendo dramático y sacarse fotografías. Las actuaciones teatrales suelen durar unas cuatro horas y constan de varios actos, así que para ver un poco del espectáculo sin comprometerse a tanto rato, puede comprar una entrada para un solo acto, hitomaku mi seki, en el que los espectadores ven la obra desde una galería superior.

Shinbashi Enbujo (6-18-2 Ginza, Chuo; +81-3-3541-2600), otro célebre teatro, es el lugar ideal para experimentar Super Kabuki, una combinación del espectáculo tradicional reimaginado con influencias de la cultura pop moderna. Shinbashi se conoce en particular por su música contemporánea, efectos especiales, técnicas aéreas y exagerados disfraces.

Un Tokio atemporal

Donde la historia cobra vida

Sumérjase en el pasado de Tokio en el Edo-Tokyo Museum (1-4-1 Yokoami, Sumida; +81-3-3626-9974)) en el barrio de Ryogoku. Debido a su peculiar apariencia inspirada en un robot Transformer, el museo se convirtió en un referente en el momento de su inauguración en 1993. Las exposiciones permanentes son, indudablemente, educativas pero también asombrosas en cuanto a su profundidad y magnitud. Caso en cuestión: objetos artificiales y 55 réplicas a tamaño real de edificios enteros están en el mismo espacio, incluyendo una reproducción a gran escala del original puente de Nihonbashi, un icónico lugar de referencia famoso por sus numerosas apariciones en las impresiones en madera de Utagawa Hiroshige. En dichas impresiones se pueden ver las impresionantes vistas del castillo Edo y el monte Fuji en la distancia. "El museo no es solo el lugar en el que aprender, sino en el que sentir que la cultura e historia japonesas cobran vida", menciona Tezuka.
En Kingyozaka (5-3-15 Hongo, Bunkyo; +81-3-3815-7088), literalmente "la colina de los peces de colores", la fascinación japonesa con los peces de colores se convierte en el centro de atención. Es a partes iguales granja, tienda de animales y peculiar cafetería de barrio cerca de la Universidad de Tokio y hay al menos una docena de distintos tipos de peces a la venta. Ponga su pulso a prueba en un kingyo-sukui, un juego japonés carnavalesco en el que los participantes utilizan un papel fino o una pala para intentar atrapar tantos peces de colores como puedan antes de que el cucharón se rompa. En el interior del restaurante, le esperan pequeños cuencos con peces de colores que decoran la mayoría de mesas, mientras que algunos tienen mini acuarios en ellos. La emblemática ternera al curry es un imprescindible en la cafetería, y para postre, un delicioso pudin de tofu y almendras.

Maestros de sus oficios

Dónde explorar la artesanía antigua y nueva

Situado bajo las vías elevadas del tren en el vecindario de Ueno aparece 2k540 Aki-Oka Artisan (5-9 Ueno, Taito; +81-3-6806-0254), un centro comercial artesano de todo tipo de artículos, en el que varios grupos de artesanos venden sus creaciones, y animan a que los visitantes también se impliquen. Tezuka explica que en el antiguo distrito de Toyko, Shitamachi, del que Ueno forma parte, varias generaciones de artesanos han montado sus tiendas. "De eso se trata en el 2K540, que es una combinación de talleres, cafeterías, tiendas, y otros talleres de artesanía. Aquí puede disfrutar de la verdadera artesanía japonesa", expica Tezuka. Para apreciar diferentes talentos de base, venere el arte en el Shibamata Taishakuten (7-10-3 Shibamata, Katsushika; +81-3-3657-2886). El templo budista, que se erigió en 1629, está adornado con complejas tallas en la madera, que muestran historias de las escripturas sagradas del Sutra del loto. Pese a que hay otras tallas, los más famosos son los diez paneles de "paredes de rezos".

Darse un baño

Las mejores casas de baños de Tokio

Aunque la torre Tokyo Skytree le ha dado un aire moderno al barrio nororiental de Sumida, el paisaje sigue incluyendo un elemento fundamental de la cultura japonesa: los baños públicos. Después de largas horas de trabajo, Tezuka va a un baño local para relajarse en el agua. Los baños de Daikokuyu (3-12-14, Yokokawa, Sumida; +81-3-3622-6698), en el barrio especial de Sumida, utilizan agua de una fuente termal natural que descubrieron hace 60 años. Además, la piscina exterior para relajarse que ofrece las vistas a uno de los lugares más importantes de Tokio, invita a que lo huéspedes "se den un baño caliente mientras miran hacia la torre Skytree". En el interior de Araiyu (2-8-7, Honjo, Sumida; +81-3-3622-0740), los murales inspirados en el monte Fuji hacen que los huéspedes se sientan como si hubiesen salido de la frenética ciudad. Busque los baños aromáticos, en los que el aroma herbal del agua cambia diariamente. En Ryogoku Yuya Edoyu (1-5-8 Kamezawa, Sumida; +81-3-3621-2611), que es más un spa que unos baños, visítelo en cualquier momento del día o de la noche, ya que está abierto las 24 horas para que pueda disfrutar de una tranquilizante sesión después de una noche de fiesta por la ciudad.