El viajero frecuente ha visto la esencia de Londres por lo menos una vez, sino dos veces, o lo que es más probable, demasiadas veces para llevar la cuenta. Los puntos turísticos como Big Ben, Buckingham Palace, London Eye, si bien son siempre impactantes, ya no son una sorpresa para los visitantes frecuentes de Londres. Pero hay que decir que la percepción está en el lugar desde dónde se mira.
El equipo del conserje de The Lanesborough London, conocido por su capacidad para satisfacer cualquier pedido, tuvo la particular idea de ofrecerles a los huéspedes del hotel la posibilidad de ver los sitios más destacados de la ciudad desde un punto estratégico totalmente único. El equipo ha pensado una excursión por tierra, agua y aire diseñada exclusivamente para huéspedes que desean vivir y ver la ciudad con sus casi 2000 años de antigüedad de manera totalmente novedosa.
Un vuelo privado en helicóptero a 305 metros de altura desde donde se aprecian, desde una perspectiva distinta y poco común, hitos como el Big Ben y London Eye.
El recorrido personalizado comienza por tierra. Un automóvil con conductor acompaña a los huéspedes desde el hotel hasta la Torre de Londres para realizar una visita privada de las Joyas de la Corona, entre cuyas gemas destacadas se incluyen el diamante Cullinan I, que con 530,2 quilates es el diamante sin color más grande de la colección, y está engastado en el Cetro de la Cruz del soberano; la Corona de San Eduardo, cuyo nombre se debe a Eduardo el Confesor, hecha en oro puro y que se usa en las coronaciones en la Abadía de Westminster. Lo acompañará un Yeoman de la Guardia, o Beefeater, como se los llama familiarmente, quien será su guía en este paseo donde podrá apreciar la magnificencia de los símbolos de la monarquía.
De allí hay una breve distancia en automóvil hasta el helipuerto de Londres en Battersea en la ribera sur y apreciará Londres desde el aire, un recorrido de lujo en las alturas. Desde más de 300 metros de altura, podrá observar desde una perspectiva totalmente única el Big Ben y el palacio de Buckingham, London Eye y las Casas del Parlamento, cuyo diseño estuvo a cargo de Charles Barry y Augustus Pugin.
De regreso en tierra firme, es hora de realizar el último tramo del paseo, Londres por el agua, en bote por el río Támesis. ¿Su destino final? El muelle de London Eye, donde su mayordomo personal lo estará aguardando con champaña para que brinde cuando su cápsula privada alcance la magnífica altura de 135 metros sobre la ciudad. Un final perfecto para un paseo único.
Para obtener más información acerca de The Lanesborough London, o para solicitar un recorrido de Londres por tierra, agua y aire, contáctese con el conserje para hacer una reserva.